Mitos de la lejía
No creas todo lo que dicen de la lejía.
Hay algunos mitos que necesitan una explicación.
Hay algunos mitos que necesitan una explicación.
Mito 1: La lejía no se puede usar para limpiar casas con niños…
¡Falso! Es un producto seguro si lo utilizas correctamente.
¡Falso! Es un producto seguro si lo utilizas correctamente.
Mito 2: La lejía contamina…
¡Falso! Al final de su ciclo de vida se convierte en sal, oxígeno y agua.
¡Falso! Al final de su ciclo de vida se convierte en sal, oxígeno y agua.
Mito 3: La lejía no es apta para desinfectar frutas y verduras…
¡Falso! Unas gotas disueltas en agua son suficientes para dejarlas listas para su consumo.
¡Falso! Unas gotas disueltas en agua son suficientes para dejarlas listas para su consumo.
Mito 4: Limón y vinagre hacen lo mismo que la lejía…
¡Falso! Ninguno de los dos puede acabar con los gérmenes.
¡Falso! Ninguno de los dos puede acabar con los gérmenes.
Mito 5: Cuanta más cantidad de lejía, más desinfecto…
¡Falso! Solo se necesita medio vaso de lejía en medio cubo de agua.
¡Falso! Solo se necesita medio vaso de lejía en medio cubo de agua.
Mito 6: No hace falta lejía para la ropa…
¡Falso! La lejía es un excelente quitamanchas y blanqueador.
¡Falso! La lejía es un excelente quitamanchas y blanqueador.
